
UN ESTUDIO DEL CSIC MUESTRA QUE LA COCAÍNA AFECTA A LA ESTRUCTURA DE LA CORTEZA CEREBRAL
Los autores concluyen que la droga afecta a las células piramidales, principal tipo neuronal de la corteza cerebral
Estas modificaciones en la estructura cerebral se unirían a otros efectos ya conocidos, que alteran el funcionamiento del cerebro
Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) concluye que el consumo crónico de cocaína podría alterar la estructura de las neuronas de la corteza cerebral. Estas modificaciones se unirían a otros efectos adversos asociados a esta droga, como los cambios funcionales que registran el cerebro y la actividad mental humana cuando su consumo es continuado. Los resultados del estudio aparecen publicados en la revista Neuroscience.
El estudio ha sido desarrollado por el laboratorio del investigador del CSIC Javier de Felipe, que trabaja en el Instituto de Neurobiología Ramón y Cajal(CSIC), en Madrid, en colaboración con los científicos Olga Valverde y Rafael Maldonado, de la Universitat Pompeu Fabra, en Barcelona.
El investigador del CSIC contextualiza el hallazgo: “A partir de estos primeros datos, parece que la cocaína podría ser una droga mucho más peligrosa para el cerebro humano de lo que previamente se pensaba”.
De Felipe cuenta que el trabajo, entre otras motivaciones, surgió de una pregunta: ¿tiene la cocaína únicamente efectos psicoactivos, o puede también alterar la estructura del cerebro? “Múltiples estudios han demostrado que el consumo continuado de este potente psicoestimulante genera modificaciones bioquímicas y funcionales en el cerebro. Sin embargo, existe poca información sobre los posibles cambios estructurales que produce”, añade.
Entre otras conclusiones, los autores han demostrado en este estudio, en un modelo animal, que la cocaína induce una disminución de los árboles dendríticos y provoca una menor densidad de las espinas de las células piramidales.
“MARIPOSAS DEL ALMA”
Los investigadores se han centrado en el efecto crónico de la cocaína en las células piramidales de la corteza cerebral, las que el premio Nobel español Santiago Ramón y Cajal bautizó como mariposas del alma, porque constituyen el principal tipo neuronal de la corteza cerebral.
Como explica De Felipe, estas células son las únicas que trasladan la información que se procesa en las distintas áreas de la corteza cerebral a otras áreas corticales o subcorticales. Son cruciales en el funcionamiento del enlace global de la percepción sensorial, un mecanismo con el que el cerebro integra simultáneamente toda la información procesada en áreas corticales para producir una percepción unificada, continua y coherente.
Cada espina dendrítica, una de las terminaciones que tienen las células piramidales, establece una sinapsis excitadora, uniones mediante las que las neuronas se envían señales entre sí, o bien a células no neuronales. Las espinas son además claves en la plasticidad del cerebro (característica propia del cerebro que le permite adaptarse al entorno).
La repercusión del consumo crónico de cocaína observado en el estudio sugiere que la administración de esta droga puede alterar las funciones de la corteza cerebral mediante alteraciones plásticas y duraderas de los circuitos corticales.
Para el investigador del CSIC, conocer en profundidad los mecanismos que rigen la corteza cerebral constituirá el gran reto de la ciencia en el futuro: “La actividad de esta parte del cerebro está relacionada con las capacidades que distinguen al hombre de otros mamíferos. Por este motivo, es fundamental saber cómo podemos mantener un cerebro sano y qué sustancias pueden perjudicarlo, como las drogas de abuso”.
I Ballesteros-Yáñez , O Valverde , C Ledent , R Maldonado , J Defelipe Chronic cocaine treatment alters dendritic arborization in the adult motor cortex through a CB(1) cannabinoid receptordependent mechanism. Neuroscience. 2007; 17467187
Javier de Felipe(Madrid, 1953) es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense
de Madrid, realizó su doctorado en el Instituto de Neurociencias Ramón y Cajal (CSIC). Ha
realizado estancias postdoctorales en EE.UU. durante cinco años, en la Washington University
School of Medicine (St. Louis, Missouri) y en el College of Medicine (University of California Irving).
Su principal línea de investigación en la actualidad es el estudio neuroquímico y microanatómico
de la corteza cerebral humana normal y de diversas patologías cerebrales.