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UN AMPLIO ESTUDIO CERTIFICA LA EFICACIA DE LA VACUNA CONTRA EL CÁNCER DE CUELLO DE ÚTERO

Salud General

El Hospital Clínico San Carlos de Madrid ha acogido la presentación de un amplio estudio que confirma que la vacuna frente al cáncer de cérvix (cuello de útero) proporciona casi un 100% de protección frente a lesiones precancerosas avanzadas causadas por los tipos 16 y 18 del virus de papiloma humanoVPH, además de los tipos 16 y 18.

Se trata del mayor estudio de eficacia realizado con una vacuna frente al cáncer de cerviz y cuyos resultados publica hoy la prestigiosa revista The Lancet. El nivel de eficacia de la vacuna se ha demostrado en un grupo de mujeres de edades comprendidas entre los 15 y los 25 años, con o sin historia de infección por VPH, pasada o actual. En total, han participado 18.600 mujeres a nivel mundial, 400 en España.

En el estudio, junto con investigadores extranjeros, ha participado un equipo multidisciplinar de preventistas, ginecólogos y epidemiólogos de tres grandes hospitales de Madrid: Clínico San Carlos, Móstoles y Santa Cristina. También han participado tres centros de Barcelona: Hospital Clínic, Institut Català d’Oncología y Hospital Vall d’Hebron.

Determinación del virus

Este estudio detectó, en un primer análisis, que en la mayoría de las lesiones precancerosas del cuello del útero diagnosticadas se evidenció la presencia de varios tipos oncogénicos de VPH, lo que hacía difícil determinar claramente qué tipo de virus era el causante de la lesión. De hecho, en base a los datos publicados previamente, no se esperaba encontrar un número tan elevado de lesiones con tantos tipos diferentes de virus. Por ello, se precisaron análisis más exhaustivos para determinar exactamente qué tipo de virus era la causa de la lesión. En estos análisis, la causalidad se determinó confirmando la presencia del virus tanto en la lesión, como en las muestras del cuello del útero tomadas previamente para la realización de citologías periódicas.

En el primer análisis realizado, que sólo requerían la detección del virus en la lesión precancerosa (sin tener en cuenta las muestras previas del cuello del útero), la eficacia de la vacuna frente a lesiones causadas por los tipos 16 y/o 18 se estimó en un 90%. Cuando se tuvieron en cuenta los tipos de virus presentes tanto en la lesión como en muestras anteriores, en un segundo análisis, la vacuna resultó ser eficaz en un 100% los casos.

Para prevenir esta enfermedad, la Comunidad de Madrid, ya se comprometió a incluir, dentro del calendario de vacunas que ofrece el Servicio Madrileño de Salud, la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). El cáncer de cuello de útero es el segundo que más afecta a las mujeres y aproximadamente el 70% del cáncer de este tipo son producidos por el VPH.

Al igual que en otros estudios realizados durante los últimos 5 años con más de 40.000 mujeres, la vacuna de GSK ha demostrado que se tolera bien de forma general.

Problema social, emocional y sanitario

Más de 500.000 mujeres serán diagnosticadas de cáncer de cérvix o cáncer de cuello de útero en el mundo, y más de 280.000 fallecerán por esta causa cada año. En España, cada año 16.000 mujeres son diagnosticadas de lesiones precancerosas, más de 2.100 mujeres son diagnosticadas de cáncer de cuello uterino invasor y cerca de 750 mujeres mueren por esta causa. El cáncer de cérvix y las lesiones precancerosas son un gran problema social, emocional y sanitario para las mujeres de todo el mundo.

Según los datos publicados, el 2,3% de las mujeres de 14 a 59 años están actualmente infectadas por los tipos 16 o 18 del virus del papiloma humano causantes de cáncer. Sólo el 0,1% están infectadas por ambos tipos. Por tanto, la gran mayoría de estas mujeres (hasta el 99,9%) se podrían beneficiar de la vacunación ya que tienen un riesgo potencial de infectarse en el futuro por alguno de estos dos tipos. Las infecciones por virus oncogénicos pueden desaparecer por sí solas, pero la exposición previa a estos virus puede no proteger frente a futuras infecciones. Algunas de estas infecciones persisten y dan lugar a lesiones precancerosas en el cuello del útero, que pueden llegar a convertirse en cáncer.