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LA VIOLENCIA AMENAZA A LA SALUD EN EL IRAQ

Salud General

Aumenta la presión al crecer el número de desplazados que buscan seguridad

La Organización Mundial de la Salud (OMS) teme que los servicios de salud del Iraq y de otros países no sean capaces de hacer frente a la llegada de desplazados internos y refugiados, pues la gente no cesa de abandonar sus hogares y trasladarse a otros lugares dentro y fuera del país.

Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), casi 2 millones de iraquíes son desplazados internos, y hasta 2 millones más han abandonado ya el país y se encuentran en Estados vecinos, Siria y Jordania en particular. Se prevé que esas cifras aumentarán. La OMS considera preocupantes el deterioro que está sufriendo la atención de salud en el Iraq y la creciente tensión que está provocando en las comunidades de acogida, que no cesan de recibir más personas dentro y fuera del Iraq.

La OMS desea destacar estos motivos de preocupación en la Conferencia Internacional del ACNUR: Atender las Necesidades Humanitarias de los Refugiados y las Personas Desplazadas en el Iraq y en los Países Vecinos, que está celebrándose del 17 al 18 de abril de 2007 en Ginebra.

La situación sanitaria de la población general es deficiente, pues faltan servicios básicos: el 80% de la población carece de medios eficaces de saneamiento, un 70% carece de acceso regular a agua salubre, y sólo un 60% tiene acceso al sistema público de distribución de alimentos. La diarrea y las infecciones respiratorias agudas, agravadas por los mayores niveles de malnutrición, explican unas dos terceras partes de la mortalidad de menores de 5 años. La tasa de malnutrición infantil crónica se estima en un 21%25, según los resultados de la Encuesta a base de Indicadores Múltiples del UNICEF de 2006 (MICS3).

Además, si no se afronta la situación urgentemente, los progresos logrados en los últimos años en el campo de la salud pública podrían evaporarse. Actualmente, el Iraq sigue libre de poliomielitis por sexto año consecutivo, pero la cobertura de inmunización sistemática sigue siendo baja, lo que aumenta el riesgo de importación de la enfermedad o de otros brotes epidémicos. Algunos de los logros de la vigilancia de las enfermedades transmisibles podrían perderse rápidamente si no prosiguen los esfuerzos encaminados a respaldar esas actividades.

El acceso a la atención sanitaria en el centro de Iraq y en Bagdad se ve muy restringido por unos problemas de seguridad que suponen un riesgo para los heridos, así como para quienes necesitan tratamiento para enfermedades crónicas o los servicios de atención a embarazadas, niños y ancianos. Los centros de salud sufren los efectos de la falta de personal y de la poca fiabilidad de los suministros, pese a los esfuerzos desplegados por los asociados nacionales e internacionales. La violencia diaria, unida a las difíciles condiciones de vida y trabajo, están llevando a centenares de trabajadores sanitarios cualificados y con experiencia a abandonar el país.

Las prioridades sanitarias de la OMS para el Iraq son ayudar a las autoridades a prevenir y contener posible brotes epidémicos, hacer frente a la carga de traumatismos a través de los servicios médicos de emergencia, mejorar el acceso a los servicios.