
LA OMS DA A CONOCER NUEVAS ORIENTACIONES SOBRE MOSQUITEROS TRATADOS CON INSECTICIDA
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado a conocer nuevas orientaciones mundiales sobre la utilización de mosquiteros tratados con insecticida para proteger a la población del paludismo. Por primera vez, la OMS recomienda que dichos mosquiteros tengan un tratamiento insecticida de larga duración, se distribuyan de forma gratuita o muy subvencionada y sean utilizados por todos los miembros de la comunidad.
Los excelentes resultados obtenidos en Kenya gracias a la nueva estrategia recomendada por la OMS indican que la distribución masiva y gratuita de mosquiteros insecticidas de larga duración es muy eficaz para hacer aumentar rápida y espectacularmente la cobertura, en particular en la población más pobre.
Las antiguas directrices de la OMS se centraban principalmente en la distribución de mosquiteros tratados con insecticida para proteger a los menores de cinco años y las embarazadas. Sin embargo, estudios recientes han revelado que, si la utilización de estos mosquiteros se hace extensiva a toda la población en las áreas previstas, se pueden dar mayor cobertura y mejor protección a los grupos vulnerables, además de proteger a todos los miembros de la comunidad. En las zonas de transmisión alta de paludismo, donde los niños pequeños y las embarazadas son los más vulnerables, la OMS recomienda ahora que la protección de éstos sea la prioridad inmediata mientras se alcanza progresivamente la cobertura total.
En Kenya, entre 2004 y 2006, se observó casi una decuplicación del número de niños pequeños que duermen protegidos por mosquiteros tratados con insecticida en los distritos previstos, y ello dio lugar a una reducción del 44% en el número de defunciones en comparación con las defunciones registradas entre los niños no protegidos por mosquiteros, según indican datos preliminares del Gobierno. Esta es la primera demostración de las repercusiones de la distribución en gran escala de mosquiteros tratados con insecticida en las condiciones del programa, no en situaciones de investigación; en diferentes partes de África, la reducción observada de la mortalidad general ha sido de un 14% a un 60%.
Estos logros pueden atribuirse a tres ingredientes principales imprescindibles para que las actividades de lucha contra el paludismo resulten eficaces, a saber: gran compromiso político del gobierno, fuerte asistencia técnica de la OMS y suficiente financiación de donantes bilaterales y multilaterales.
«Las nuevas orientaciones de la OMS basadas en datos probatorios constituyen una hoja de ruta para hacer extensivas a las comunidades la disponibilidad y la utilización de mosquiteros insecticidas de larga duración, y proteger más eficazmente a las mujeres y los niños pobres», señaló la Dra. Margaret Chan, Directora General de la Organización Mundial de la Salud. «La colaboración entre el Gobierno de Kenya, la OMS y los donantes es un modelo que debe reproducirse en todos los países maláricos de África.»
En 2001, el Ministerio de Salud de Kenya estableció una nueva estrategia nacional de lucha contra el paludismo que preveía aumentar la cobertura con mosquiteros tratados con insecticida. En 2006, el Presidente Mwai Kibaki, con una subvención de US$ 17 millones del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y el Paludismo, emprendió dos campañas encaminadas a distribuir gratuitamente 3,4 millones de mosquiteros insecticidas de larga duración a los niños en 45 de los 70 distritos de Kenya. La División de Lucha contra el Paludismo de Kenya, en colaboración con un equipo internacional de investigación, ha seguido de cerca la cobertura y las repercusiones de esta intervención.
Entre 2002 y 2006, con una subvención de 6 millones de libras esterlinas del Departamento del Reino Unido para el Desarrollo Internacional, la OMS abogó por la distribución masiva y gratuita, respaldó al Gobierno de Kenya para que llevara ésta a la práctica, prestó apoyo técnico en la preparación de dos propuestas dirigidas al Fondo Mundial y contrató a tiempo completo a un especialista en logística encargado de ayudar en la planificación y la puesta en práctica de la distribución gratuita de mosquiteros. La OMS también contribuyó a definir las modalidades de ejecución y las estrategias de fijación de precios para alcanzar las metas de cobertura, compartir conocimientos y enseñanzas aprendidas relacionadas con la distribución de mosquiteros y fortalecer alianzas. Dos miembros del personal de la OMS trabajan a tiempo completo en apoyo del programa de control del paludismo del Gobierno de Kenya.
«El Gobierno de Kenya se ha comprometido firmemente a conseguir resultados de salud mejores y equitativos para toda la población, en particular las mujeres y los niños. Los resultados extraordinarios obtenidos en el país han sido posibles gracias a los fondos aportados por donantes, que nos permitieron comprar los mosquiteros, y al apoyo técnico de la OMS, que veló por que éstos llegaran a quienes los necesitaban», declaró Charity Ngilu, Ministra de Salud de Kenya.
Los mosquiteros se tratan con insecticidas que repelen, discapacitan o matan los mosquitos vectores del paludismo. Los convencionales se deben volver a tratar regularmente, mientras que los mosquiteros insecticidas de larga duración están diseñados para mantener su eficacia sin necesidad de repetir el tratamiento.
Las nuevas orientaciones de la OMS sobre mosquiteros recomiendan que las campañas de distribución masiva se complementen con la distribución por los servicios de salud corrientes para lograr y mantener altos niveles de cobertura.
Estos mosquiteros de larga duración cuestan aproximadamente US$ 5 cada uno y constituyen una intervención sencilla y económica contra el paludismo. Hasta hace poco, los progresos realizados para aumentar la escala de la utilización de mosquiteros tratados con insecticida han sido lentos en muchos países debido en parte a la incapacidad de la comunidad internacional para alcanzar un consenso sobre la manera de hacerlos llegar a fin de lograr y mantener una cobertura alta. Se ha recurrido a canales comerciales, mercadeo social y distribución, gratuita o subsidiada, por conducto de los servicios de salud pública o de campañas.
En algunos casos, un pequeño pago puede motivar a los trabajadores de salud a distribuir los mosquiteros insecticidas de larga duración, impulsando así la cobertura, pero las nuevas orientaciones de la OMS recalcan que el costo no debe poner barreras al acceso. Hasta ahora, sólo la distribución gratuita ha posibilitado el logro rápido de una cobertura elevada de la población y la eliminación de la falta de equidad en la utilización de mosquiteros, como se ha demostrado en Kenya.
«Estos datos de Kenya ponen fin al debate sobre la manera de hacer llegar los mosquiteros insecticidas de larga duración», señaló el Dr. Arata Kochi, Director del Programa Mundial sobre Paludismo de la OMS. «La seguridad y el bienestar de la familia no deben depender más de que uno sea rico o pobre. Si todos, sean jóvenes o viejos, pueden obtener fácilmente estos mosquiteros, se reduce el paludismo.»
El paludismo, que es prevenible y tratable, todavía mata cada año a más de un millón de personas, principalmente niños africanos menores de cinco años de edad.