
LA OMS DA A CONOCER LOS RESULTADOS DE UN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN SOBRE LA TROMBOSIS Y LOS VIAJES
Las dos manifestaciones más frecuentes de la TEV son la trombosis venosa profunda (TVP) y la embolia pulmonar (EP). La TVP consiste en la formación de un coágulo sanguíneo (trombo) en una vena profunda, generalmente de las piernas. Los síntomas de la TVP consisten principalmente en dolor y tumefacción de la parte afectada. La TVP, potencialmente mortal cuando se acompaña de embolia, puede detectarse con pruebas complementarias y tiene tratamiento.
La tromboembolia se produce cuando el trombo de una TVP se desprende y migra hacia el pulmón, donde queda alojado, bloqueando el flujo sanguíneo. Los síntomas de este fenómeno, denominado embolia pulmonar, consisten en dolor torácico y dificultad para respirar. En ausencia de tratamiento la TEV puede producir la muerte.
El estudio reveló que los pasajeros de los aviones, trenes, autobuses y automóviles corren mayor riesgo de sufrir TEV cuando permanecen sentados e inmóviles durante más de cuatro horas. La causa es el estancamiento de la sangre venosa debido a la inmovilidad prolongada, que puede facilitar su coagulación en el interior de las venas.
En uno de los estudios del proyecto se investigaron específicamente los vuelos, comprobándose que quienes hacen múltiples vuelos en un periodo corto de tiempo también corren mayor riesgo de TEV, debido a que este no desaparece completamente tras el vuelo, sino que persiste durante unas cuatro semanas.
El informe revela que hay otros factores que aumentan el riesgo de TEV durante los viajes, tales como la obesidad, la estatura muy grande (más de 1,90 m) o muy pequeña (menos de 1,60 m), el consumo de anticonceptivos orales y los trastornos hereditarios que aumentan la tendencia a la coagulación de la sangre.
«El estudio confirma el aumento del riesgo de tromboembolia venosa durante los viajes en avión, tren, autobús o automóvil en los que el pasajero permanece sentado e inmóvil durante más de cuatro horas. Sin embargo, hay que recordar que el riesgo de sufrir una TEV durante los viajes sigue siendo relativamente bajo», ha dicho la Dra. Catherine Le Galès-Camus, Subdirectora General de la OMS para Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental.
En este estudio no se han investigado las medidas profilácticas eficaces frente a la TVP y la TEV. No obstante, los expertos reconocen que los movimientos de flexión y extensión de los pies pueden estimular la circulación de la sangre en los músculos de la pantorrilla, reduciendo así su estancamiento.
Asimismo, los viajeros deben evitar el uso de ropas ajustadas, que pueden potenciar la estancamiento de la sangre.
La primera fase del proyecto de investigación ha permitido concluir que es necesario que las autoridades de transporte, las aerolíneas y los profesionales de la salud ofrezcan a los viajeros información adecuada sobre el riesgo de TEV. Son necesarios nuevos estudios para identificar las medidas profilácticas eficaces, tema que será investigado en la segunda fase del proyecto, cuyo inicio depende de la disponibilidad de financiación adicional.
Quienes tengan preguntas que hacer acerca de la prevención de la TEV deben consultar a su médico antes de viajar.
Información general sobre el proyecto WRIGHT
En 2000, la muerte de una joven inglesa aquejada de una embolia pulmonar tras un vuelo de larga duración procedente de Australia llamó la atención de los medios de comunicación y del público para el riesgo de trombosis en los viajes largos. Ese mismo año, un informe de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Lores del Reino Unido recomendó que se investigara el riesgo de TVP. El Proyecto WRIGHT se inició tras una reunión consultiva de expertos organizada por la OMS en marzo de 2001. La primera fase ha sido financiada por el Gobierno del Reino Unido (Departamento de Transportes y Departamento de Salud) y la Comisión Europea.
Los objetivos de la primera fase consistieron en confirmar si el riesgo de TEV aumenta con los viajes en avión y en determinar la magnitud de dicho riesgo.
Los estudios fueron realizados, bajo los auspicios de la OMS, por un grupo internacional de investigadores de las universidades de Leiden, Amsterdam, Leicester, Newcastle, Aberdeen y Lausana. Se llevaron a cabo cinco estudios:
- un estudio poblacional de casos y controles para investigar los factores de riesgo de TEV;
- dos estudios de cohortes retrospectivos en empleados de organizaciones internacionales y pilotos holandeses de líneas comerciales para investigar el riesgo de TEV relacionado con los viajes en avión, y
- dos estudios fisiopatológicos para investigar la influencia de la inmovilidad, así como de la baja presión y la baja cantidad de oxígeno en la cabina de los aviones, sobre las TEV relacionadas con los viajes.