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LA INMUNIZACIÓN INFANTIL ALCANZA CIFRAS RÉCORD, PERO EL ACCESO AÚN NO ES EQUITATIVO

Salud General
Autor
Organización Mundial de la Salud (OMS)

Se necesita un mínimo de US$ 1000 millones anuales para llegar a los niños que aún están en riesgo

Invirtiendo una tendencia a la baja, las tasas de inmunización han alcanzado cifras sin precedentes, y el desarrollo de vacunas está creciendo rápidamente a nivel mundial, según una nueva evaluación publicada hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el UNICEF y el Banco Mundial.

En el informe Vacunas e inmunización: situación mundial se señala que hoy día se está inmunizando a más lactantes que nunca: una cifra récord de 106 millones en 2008, según datos recientes. Al mismo tiempo, los autores del informe hacen un llamamiento a los países donantes para que corrijan un déficit de financiación que deja todavía a millones de niños en una situación de riesgo, sobre todo en los países y comunidades más pobres, donde las enfermedades prevenibles se cobran el mayor número de víctimas. La publicación de nuevos datos probatorios del éxito de las actividades mundiales de inmunización coincide con las campañas de vacunación que muchos países han emprendido contra la gripe pandémica por A(H1N1), lo que subraya la función inigualable de las vacunas en la prevención de las enfermedades transmisibles y los retos que plantea la necesidad de llegar a las comunidades más vulnerables.

"La gripe pandémica pone de relieve el potencial y el dinamismo del actual desarrollo de vacunas", ha señalado la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS. "Sin embargo, nos recuerda una vez más los obstáculos que hay que superar para trasladar los beneficios derivados de la ciencia a la población de los países más pobres. Debemos acabar con la línea divisoria que separa a los ricos de los pobres, a los que obtienen vacunas que salvan vidas y los que no pueden conseguirlas".

Destacados funcionarios de organismos internacionales advierten de que muchas vacunas que salvan vidas, hoy día comunes en los países ricos, no llegan todavía a los 24 millones de niños que se estima que corren más riesgo. Se necesitarán al menos US$ 1000 millones adicionales cada año para conseguir suministrar las vacunas nuevas y las ya existentes a toda la población infantil de los 72 países más pobres.

"La mortalidad por sarampión a nivel mundial disminuyó un 74% entre 2000 y 2007, y la vacunación contribuyó en gran medida a esa disminución", ha señalado Ann M. Veneman, Directora Ejecutiva del UNICEF. "Esos progresos deben inspirar nuevos esfuerzos para inmunizar a los niños de todo el mundo contra enfermedades potencialmente mortales".

TENDENCIA DESCENDIENTE

Se señala en el informe que la inversión de la tendencia descendente se ha producido en gran parte gracias a los esfuerzos desplegados por los países en desarrollo, que han sabido usar acertadamente el apoyo proporcionado por la Alianza GAVI, una alianza de financiación de vacunas en la que participan la OMS, el UNICEF, el Banco Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates. Desde 2000, ello ha permitido introducir un mayor número de vacunas nuevas y subutilizadas, que llegan ahora a más de 200 millones de niños en los países en desarrollo.

Los expertos señalan que actualmente se dispone de al menos 120 vacunas, una cifra récord, contra enfermedades mortales. Durante los últimos años, científicos de medios académicos y empresas farmacéuticas, integrados muchos de ellos en alianzas publicoprivadas creadas con el apoyo de Gobiernos y entidades filantrópicas, han desarrollado nuevas vacunas que salvan vidas contra la meningitis meningocócica, la diarrea por rotavirus, la enfermedad neumocócica y el papilomavirus humano. Además, más de 80 nuevos productos se encuentran en las últimas fases de los ensayos clínicos, incluidos más de 30 que están dirigidos contra enfermedades para las que actualmente no existe ninguna vacuna. Al mismo tiempo, un número importante de vacunas experimentales, incluidas algunas contra enfermedades como el VIH/sida, la malaria, la tuberculosis y el dengue, están superando las sucesivas fases de investigación.

En el informe se señala también que el mercado mundial de vacunas se ha triplicado en los últimos ocho años, habiendo llegado a reportar más de US$ 17 000 millones de ingresos. El aumento de la demanda de vacunas a través de los organismos de adquisición de las Naciones Unidas y la reactivación del descubrimiento y desarrollo de vacunas han fomentado un mayor interés de las empresas del sector por esos productos. Un dato significativo es que los fabricantes de los países en desarrollo cubren hoy día el 86% de la demanda mundial de vacunas tradicionales, como las empleadas contra el sarampión, la tos ferina, el tétanos y la difteria.

"Hemos sido testigos de un impresionante vuelco en la disponibilidad de vacunas, incluso en los países más pobres", ha dicho Graeme Wheeler, Director Gerente del Grupo del Banco Mundial. "No obstante, la comunidad internacional, junto con los países, debe velar por que las tecnologías nuevas o ya existentes lleguen efectivamente a las poblaciones más vulnerables, especialmente a los niños".

El costo del suministro de vacunas a quienes más las necesitan plantea un problema que con creciente frecuencia solo es posible resolver parcialmente con alianzas de financiación como la GAVI. Los países de ingresos medios no pueden optar a las ayudas de esta Alianza, pero albergan a 2000 millones de personas, entre ellas 30 millones de niños, y una gran parte de las cuales viven con menos de US$ 2 diarios. Aun a precios considerablemente reducidos, el costo de cada una de las nuevas vacunas contra la enfermedad neumocócica, la diarrea por rotavirus y el papilomavirus humano supera el costo de todas las otras vacunas tradicionales combinadas.

"Las vacunas son un arma formidable para controlar las enfermedades en todos los países y siguen siendo una opción muy rentable en términos sanitarios y económicos", ha señalado el Dr. Fred Were, Presidente Nacional de la Asociación de Pediatría de Kenya. "Desafortunadamente, quienes ejercemos la medicina en este país observamos aún numerosos casos y defunciones por enfermedades prevenibles mediante vacunación. Si logramos reducir esas cifras, dispondremos de más recursos y tiempo para abordar otros problemas de salud".