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LA ESCASEZ DE TRABAJADORES SANITARIOS LIMITA EL ACCESO AL TRATAMIENTO DEL VIH/SIDA EN EL SUR DE ÁFRICA

Salud General

Un nuevo informe de MSF exhorta a los gobiernos y donantes a incrementar los salarios y mejorar las condiciones de los trabajadores sanitarios en el sur de África por el bien de los pacientes

La acuciante falta de trabajadores sanitarios en el sur del continente africano constituye una amenaza a los esfuerzos para ampliar el acceso al tratamiento del VIH/sida, ha advertido la organización médico humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) en un nuevo informe publicado hoy. El informe cubre cuatro países del sur de África –Lesoto, Malaui, Mozambique y Suráfrica– donde más de un millón de personas todavía necesitan de forma urgente tratamiento antirretroviral pero carecen de acceso a él. La falta de acción al respecto no hará más que provocar enfermedades y muertes innecesarias.

“En el distrito de Thyolo estamos tratando a 7.000 personas con VIH/sida. Tenemos que incrementar este número a 10.000 hacia finales del año, pero nuestro programa ha topado con un muro, sencillamente porque no hay bastantes diplomados en enfermería, médicos o auxiliares médicos”, explica Veronica Chikafa, una matrona que trabaja con MSF en Malaui.

La grave escasez de personal sanitario está comprometiendo la calidad y la disponibilidad de la atención a los pacientes con VIH/sida en todo el sur de África. En el distrito de Thyolo en Malaui, un auxiliar médico puede ver hasta 200 pacientes al día, demasiados pacientes para asegurar una atención de calidad. En el distrito de Mavalane en Mozambique, los pacientes se ven obligados a esperar hasta dos meses para empezar el tratamiento debido a la falta de médicos y diplomados en enfermería y son muchos los que han muerto durante la espera.

En Lesoto hay únicamente 89 médicos en todo el país. “Son los diplomados en enfermería quienes proporcionan atención al VIH en clínicas rurales, pero éstos se sienten abrumados por el gran número de pacientes que tienen que ver”, afirma el Dr. Pheello Lethola, médico de terreno de MSF en Lesoto. “El horario de consultas es demasiado corto, y los enfermos padecen innecesariamente. Si los enfermeros sufren, los pacientes sufren”.

Aunque se reconoce esta crisis de recursos humanos, en la práctica se hace muy poco para paliarla. MSF urge a los gobiernos que desarrollen e implanten planes de emergencia para fidelizar a los trabajadores sanitarios que incluyan medidas como subirles el sueldo y mejorar las condiciones laborales en general. En la mayoría de países, esto solamente ocurrirá si los donadores cambian sus políticas y empiezan a proporcionar apoyo económico para gastos recurrentes como los salarios. Los Ministerios de Finanzas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) necesitarán encontrar soluciones para superar las barreras que suponen el escaso número de trabajadores sanitarios y el bajo nivel de los salarios. De no ser así, los gobiernos no podrán responder adecuadamente a las necesidades no cubiertas con respecto al tratamiento.

El número de profesionales sanitarios y que además están mejor pagados en relación al resto de los trabajadores sanitarios en los demás países del sur del continente, una distribución desigual y escasez de personal también provoca retrasos a la hora de ampliar el tratamiento. “Las clínicas están totalmente saturadas, las listas de espera son cada vez más largas y la sensación es que estamos perdiendo la batalla”, declara el Dr. Eric Goemaere, responsable del programa de MSF en Khayelitsha, Western Cape. “Nuestro mensaje para quienes elaboran políticas en sus despachos lejos de los pacientes es que ellos serán quienes finalmente tendrán que dar cuentas si no son los bastante reactivos o flexibles para encontrar soluciones a la escasez de personal”.

Para ampliar el acceso a la atención del VIH en entornos rurales, los equipos de MSF se han basado en el traspaso de tareas de los médicos a los diplomados en enfermería y de éstos a los promotores de salud comunitarios. Pero éstas no son más que medidas limitadas que no suplirán la necesidad de personal sanitario adicional.

“Resulta incomprensible que los financiadores proporcionen fondos para tratamientos de sida de por vida y la construcción de nuevas clínicas, pero se nieguen a donar fondos para que se incrementen los salarios de los trabajadores sanitarios aludiendo que eso no es sostenible’”, manifiesta Sharonann Lynch, coordinadora de familiarización con el tratamiento de MSF en Lesoto. “Las personas con VIH/sida no solamente necesitan medicamentos y clínicas, también necesitan trabajadores sanitarios formados y motivados que puedan diagnosticarles, tratarles y monitorizarles”.

En los cuatros países que aparecen en este informe, MSF proporciona actualmente tratamiento antirretroviral (TAR) a casi 30.000 personas. En todo el mundo, MSF proporciona la TAR a más de 80.000 pacientes en más de 30 países.