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Fiebre de Lassa

Salud General
Autor
Fraternidad-Muprespa

La fiebre de Lassa conocida como "fiebre hemorrágica viral", afecta a muchos órganos y daña los vasos sanguíneos del cuerpo. En la actualidad no existe vacuna para esta enfermedad mortal.

El huésped natural de este virus es la rata común africana, que contamina cualquier cosa que tenga orina, heces, sangre o saliva de rata. Los brotes pueden verse influenciados por las condiciones climáticas estacionales que afectan a su mayor o menor proliferación.

Es muy común en países de África Occidental como Nigeria, Ghana, Malí y Sierra Leona.

Es una enfermedad difícil de tratar porque las personas que contraen la fiebre la mayoría de las veces o no manifiestan ningún síntoma o son muy leves como fiebre, dolor de cabeza y debilidad general que pueden ser confundidos con otras patologías más comunes.

De hecho en las primeras etapas de la enfermedad (el período de incubación es de unas tres semanas) es casi imposible distinguirla de otras enfermedades comunes como la Malaria y el Dengue. Y en los casos más graves presenta síntomas parecidos a los del Ébola, por el sangrado a través de la nariz, la boca y otras partes del cuerpo.

Esto lo hace muy contagiosa entre personas a través de fluidos corporales, por lo que los trabajadores de la salud  que los atienden corren un riesgo muy elevado de contagiarse.

Medidas básicas de precaución:

  • Bloquear agujeros por los que las ratas pudieran entrar en sus casas.
  • Tirar la basura en cubos de basura con tapa.
  • Almacenar alimentos y agua en recipientes herméticos.
  • Uso de guantes de protección para todo aquel que cuide a alguien infectado.
  • Uso de guantes para realizar los entierros de forma segura.