
ESTREÑIMIENTO DE VERANO. UN MALESTAR PASAJERO.
La irregularidad intestinal es un incómodo síntoma que puede presentarse durante las vacaciones sin previo aviso. Cuando se experimenta estreñimiento como un hecho puntual coincidiendo con el verano, lo más probable es que el intestino, aunque esté sano, no funcione correctamente. El tiempo de ocio se puede ver empañado por esta circunstancia, que suele provocar pesadez de vientre, falta de apetito, dolor de cabeza y cambios de humor acompañados de irritabilidad. La solución comienza por conocer cómo funciona el organismo e identificar las causas puntuales que desencadenan la ausencia de deposiciones regulares.
¿Qué es el estreñimiento?
El estreñimiento se define como la dificultad de defecación en más del 25% de las ocasiones y/o con una frecuencia inferior a tres deposiciones a la semana, asociada a veces con calambres abdominales y flatulencia, que siguen a la expulsión defectuosa de las heces, generalmente de consistencia dura.
A medida que los alimentos ya digeridos siguen su camino a través del interior del colon, se va produciendo la absorción de agua y, como resultado final, se acaban formando las heces. Las contracciones musculares se encargan de empujar el material de desecho hacia el recto. Cuando las heces llegan a esta estación final antes de ser expulsadas ya son sólidas, porque la mayor parte del agua ha sido absorbida.
El estreñimiento se da cuando el colon absorbe demasiada agua o las contracciones musculares están ralentizadas, haciendo que el movimiento de los desechos sea demasiado lento. Como resultado, las heces se vuelven duras y secas, con lo que cuesta mucho más esfuerzo desalojarlas.
Posibles causas del estreñimiento en verano
En el estreñimiento, el movimiento de los desechos se complica porque el colon absorbe demasiada agua o se ralentizan las contracciones musculares
Fibra: menos de 25 gramos
La causa más común de este síntoma es el cambio de alimentación. La playa, la piscina, las excursiones y la diversión de la noche entre otras conllevan una trasformación importante de los hábitos alimentarios. Las platos calientes habituales de la mesa se convierten en cómodos y transportables bocadillos, snacks, pizzas, barritas y sándwiches que protagonizan una de las comidas principales.
La traducción nutricional es una disminución radical del consumo diario de fibra. Normalmente, estos alimentos y platos se componen de harinas refinadas y no integrales. De los 25-30 gramos de fibra que se deberían consumir cada día, es posible que el consumo disminuya en verano hasta cifras de entre los 5 y 14 gramos. Concretamente, la fibra de los vegetales como verduras, frutas y legumbres se encarga de prevenir que las heces sean duras y secas, manteniendo su fluidez y facilitando su tránsito a través del tubo digestivo.
El agua
Pese a que muchas personas relatan que el consumo de mayor cantidad de agua y zumos mejora su situación fisiológica, numerosas investigaciones muestran que no necesariamente una ingesta superior de líquidos puede ayudar a superar el estreñimiento.
En verano se bebe más porque se suda más, pero no es precisamente el agua el refresco preferido. Las reinas de las terrazas y los chiringuitos son sin duda las bebidas que contienen cafeína en su composición como colas, refrescos energéticos o café, así como también las bebidas con alcohol. Estas bebidas no hidratan el organismo, al contrario, tienen un gran poder deshidratante. Además, la cerveza, el vino y las copas afectan a la secreción y a la motilidad intestinal, empeorando la situación.
Menos ejercicio
El calor limita enormemente la práctica de un ejercicio físico regular y continuado. Las horas para poder caminar, ir en bicicleta o hacer algún deporte al aire libre están limitadas por las altas temperaturas. El cambio de ritmo y las ganas de hacer un descanso total de la vida cotidiana conducen a dejar el ejercicio físico pendiente para septiembre. Un baño en el mar o en la piscina, excursiones puntuales o bailar en las noches de fiesta no son movimientos que cumplan con los requisitos de tiempo e intensidad adecuados para favorecer el endurecimiento de la pared abdominal y para estimular los movimientos peristálticos.
Fuera de casa
Mucha gente retrasa voluntariamente la necesidad de defecar debido a que no quiere utilizar un lavabo que no sea el de casa. El estrés o estar demasiado ocupado también son causas comunes que varían la dedicación y el tiempo que se necesita para una limpieza diaria del digestivo. Es común entre los más pequeños retrasar el momento de ir al baño para no interrumpir sus juegos. Pero un hábito como es el intestinal es una práctica que conviene cuidar, ya que causas como éstas pueden acabar en la pérdida de una buena costumbre fisiológica.
Aunque los laxantes alivien momentáneamente el malestar, es un error utilizarlos sin prescripción médica
Abuso de laxantes
El uso y abuso de laxantes se debe principalmente a la errónea creencia popular que postula que si no se pone en marcha la maquinaria del colon cada día éste ya no funciona. Aunque este tipo de medicamentos alivie momentáneamente el malestar, es un error utilizarlos sin prescripción médica, ya que pueden crear adicción y dependencia a los músculos intestinales y provocar que, sin ellos, el aparato digestivo no funcione por sí mismo. Es el médico quien debe valorar cuando se necesita un laxante, cuál es la dosis necesaria y la mejor forma de tomarlo.
Las personas que sufren de una alteración en el ritmo intestinal debido a un cambio puntual de hábitos no necesitan de ayuda farmacológica para regularse.
¿Cuándo el estreñimiento puede ser serio?
A veces la irregularidad en las deposiciones puede desembocar en complicaciones más serias. La aparición de hemorroides, una fisura anal o padecer una diverticulitis (inflamación de una bolsa o divertículo anormal en la pared del intestino) son un indicativo de que se debe poner atención especial a la situación y de que se necesita atención médica.
Tener presentes las causas que pueden alterar el ritmo intestinal es una herramienta tremendamente útil para prevenir y solucionar los problemas de estreñimiento en verano y sus posibles complicaciones.