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EL VERANO Y LOS HONGOS EN LOS PIES

Salud General
Autor
Fraternidad-Muprespa

Los hongos son microorganismos, que se encuentran en nuestro cuerpo y pueden permanecer meses sin manifestarse dentro de sus esporas, hasta que se dan las circunstancias propicias para su desarrollo. 

La infección por hongos se denomina dermatomicosis, es una enfermedad contagiosa que afecta a la piel y las personas y casi todas las especies animales.

Los hongos más frecuentes son los dermatofitos, que aparecen en verano y afectan las zonas con queratina: pelo, uñas y piel. Se suele conocer como "pie de atleta" y se presenta en forma de descamación, maceración, ampollas, úlceras, fisuras, prurito y a veces mal olor.

Su hábitat idóneo son los sitios húmedos y oscuros que tengan una temperatura cálida (unos 21ºC - 27ºC), de ahí que sea tan habitual contraerlos en piscinas y gimnasios, sobre todo en temporada de verano.

Si queremos prevenir los hongos deberemos seguir estos consejos:

  • En piscinas y gimnasios debemos llevar siempre chanclas o zapatillas de goma y nunca pisar el suelo descalzos, menos aún si hay agua en el suelo, ya que es el perfecto caldo de cultivo para los hongos.
  • Debemos ducharnos al meternos y sobre todo al salir de la piscina.
  • Debemos secarnos prestando especial cuidado a las zonas del cuerpo donde haya pliegues (humedad) y entre los dedos. 
  • Las personas que suden excesivamente puden usar productos que disminuyan o controlen esa humedad.
  • Nunca debemos usar prendas o calzado de otras personas, porque pueden portadoras de hongos y no saberlo.
  • Opta por ropa de tejidos naturales como el algodón, ya que previene la acumulación de microorganismos.

   

Tratamiento en caso de infección

  • Antifúngicos tópicos: Cremas antifúngicas. Se aplica en los espacios interdigitales hasta su completa absorción. En el resto del cuerpo,  localizaciones se deberá aplicar el producto sobrepasando un poco los límites de la zona afectada hasta que se absorba completamente. Es conveniente utilizar polvos como complemento del tratamiento con crema, usados sobre todo para espolvorear el calzado.
  • Antifúngicos orales: para infecciones crónicas o recurrentes, o en el caso de que el tratamiento tópico falle, o cuando el sistema inmunitario está debilitado.
           

Una vez que se inicie el tratamiento no deberá abandonarse hasta que médico no lo haya recomendado.