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CÓMO ELEGIR UNA BUENA ALMOHADA.

Ejercicio y actividad
Autor
Fraternidad-Muprespa

Dedicamos mucho tiempo a la elección del colchón porque es el soporte que aguanta todo nuestro cuerpo cuando dormimos pero, ¿hacemos lo mismo cuando vamos a comprar una almohada?. A veces no somos conscientes de que es uno de los elementos más importantes de nuestro descanso, ya que cada día pasamos entre 6 y 9 horas con la cabeza apoyada sobre ella. Elegir una buena almohada es fundamental para evitar dolores de cabeza, de cuello y espalda, y conseguir así un sueño reparador.

 

Los dos factores que deberemos tener en cuenta a la hora de elegir una almohada son la altura y la firmeza. Dependiendo de la postura que adoptemos al dormir, así debe ser nuestra almohada:

  • Boca arriba ( o si se cambia mucho de postura): Las características de nuestra almohada deberán ser de grosor y firmeza intermedias.
  • Boca abajo: Como la cabeza debe estar siempre alineada con el cuerpo, en este caso se recomienda que la almohada sea fina y blanda. Las que van rellenas de plumas o fibras sintéticas son las más recomendables en este caso al ser más flexibles.
  • De lado:  Hay una fórmula matemática que deberemos aplicar en este caso. Medimos la distancia que hay entre nuestra cara y el extremo del hombro. Esa medida la dividimos entre 2 ó 4 centímetros dependiendo de la dureza de la almohada. Esa es la fórmula matemática para elegir la almohada perfecta. En resumen, alguien muy ancho de hombros necesitará una almohada más gruesa que otra persona más estrecha de hombros.
  • Si eres roncador/a: Lo más importante es que debería dormir de lado o en posición fetal, ya que la posición boca arriba favorece los ronquidos al obstruir las vías respiratorias. Actualmente, existen almohadas especialmente diseñadas, que mantienen a quien las utiliza a estar de lado, evitando así la postura boca arriba.
  • Dormir en pareja: Lo ideal es que cada uno tenga su propia almohada, con sus características individuales.
  • Niños: Los bebes no  necesitan usar almohada porque en proporción a su cuerpo, tienen la cabeza más grande que los adultos, así que queda alineada cuando están acostados. 

    

Que materiales podemos encontrarnos: 

  • De fibra: Muy cómodas, con gran capacidad de recuperación, transpirables y frescas, porque permiten que el aire circule por dentro, lo que favorece la absorción de la humedad. Se pueden lavar en la lavadora, lo que favorece una mayor higiene.
  • Viscoelásticas: Altamente adaptables y termosensibles, por lo que se adaptan perfectamente a la forma de nuestra cabeza dando un gran soporte y favoreciendo el buscado descanso cervical completo. Tienen un sistema de ventilanción y son las más recomendables si se tienen patologías de cuello, espalda o jaquecas.
  • De látex: Poseen una textura que resulta muy agradable. Hay que airearlas y darles la vuelta para que el látex no se deforme ni se acumulen bacterias.

      

Cómo saber si tu almohada es buena:

  • No debe venir cerrada.
  • Debe tener dos cremalleras, la de la funda y la de la almohada que nos deja ver de qué tejido está hecha.
  • Tener dos lados muy bien diferenciados.
  • No tiene que oler.
  • No tiene que arder (eso indica que no contiene pretróleo).
  • Debe estar fabricada con un material antibacterias.
  • Duración: debe ser de dos a tres años, dependiendo también del número de lavados, ya que irán perdiendo propiedades.

 

               

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