Golpes de calor

Salud General
Autor
Fraternidad-Muprespa

El denominado “Golpe de Calor” se produce cuando los mecanismos de defensa térmica del organismo son incapaces de soportar temperaturas extremas o una insolación, y por ello se producen alteraciones importantes en el metabolismo y sistemas pulmonares y cardiacos, que en personas sensibles como niños y ancianos puede incluso causar la muerte en los casos más extremos.

Generalmente los Golpes de Calor se producen tras haber estado expuesto a altas temperaturas (el denominado “golpe de calor clásico”) o tras haber practicado ejercicio físico a temperaturas elevadas (el denominado “golpe de calor post ejercicio”).

El hipotálamo es la zona de cerebro encargada de la termorregulación y de regular la temperatura corporal tras recibir la información de los diferentes termo receptores diseminados por nuestro cuerpo.

La temperatura corporal humana se considera normal si oscila entre los 36º y los 37º. Cuando es superior a los 40º se llama hiperpirexia, y por encima de 42ª se considera que es incompatible con la vida humana.

Un estado y menos grave que el Golpe de Calor es el denominado COLAPSO POR CALOR. El afectado sufre calambres, mareos, vómitos e incluso pérdida de conciencia, pero a pesar de ello el hipotálamo sigue cumpliendo su función termo reguladora y la temperatura corporal se mantiene dentro de unos límites aceptables.

Sin embargo, si no se frena el Colapso por Calor éste puede derivar en el GOLPE DE CALOR en el que ya empieza a fallar la función termo reguladora del cerebro, aumenta la temperatura corporal por encima de los 39º dando lugar a un fallo multiorgánico del cerebro que si no se trata hospitalariamente de urgencia puede causar daños neurológicos irreparables.

Si bien cualquier persona expuesta a altas temperaturas pude sufrir un Golpe de Calor se consideran especialmente sensibles los siguientes colectivos:

  • Personas ancianas
  • Niños y especialmente los bebés y recién nacidos
  • Deportistas
  • Personas con problemas de movilidad.
  • Obesos.
  • Personas con hipertensión arterial o problemas cardiacos.
  • Diabéticos
  • Personas con problemas respiratorios.
  • Personas que toman antidepresivos, tranquilizantes o diuréticos.

Para minimizar esos daños, desde el Ministerio de Sanidad se insiste en la necesidad de seguir una serie de recomendaciones generales. Las más importantes son:

1. Beba agua abundante y asegúrese de que niños y ancianos también lo hagan, aunque no sientan sed, en los días de mucho calor y refrésquese cada vez que lo necesite.

2. Protéjase de la exposición directa al sol.

3. Evite la realización de esfuerzos físicos en las horas de más calor.

4. Permanezca el mayor tiempo en lugares frescos, a la sombra o climatizados.

5. Use ropa clara, ligera y que deje transpirar.

6. Consulte a su médico ante cualquier síntoma relacionado con las altas temperaturas, que afectan más a niños, mayores y enfermos crónicos.

7. Mantenga sus medicinas en lugar fresco, el calor puede alterar su composición y su efecto.

Ante la sospecha de un Golpe de Calor se recomienda seguir las siguientes pautas:

  • Retirar a la víctima del espacio caluroso y llevarla a un lugar fresco.
  • Tumbar a la víctima con los pies ligeramente levantados y aplicar compresas y vendajes fríos (especialmente en cuello, ingles y axilas).
  • Dar a la víctima en pequeños tragos alguna bebida isotónica. NO hacerlo jamás si la víctima está inconsciente o vomitando.
  • JAMÁS se debe suministrar medicamentos para la fiebre (ni siquiera aspirina)
  • Es importante NO suministrar a la víctima alcohol ni de manera tópica ni ingerida, ya que al alcohol puede interferir con la función termo reguladora del cuerpo.
  • Se debe llamar de inmediato a los servicios de emergencia si la víctima está inconsciente, no mejora a pesar del tratamiento o presenta fiebre superior a 39º.

El Ministerio de Sanidad español ha aportado datos del año pasado en el que se registraron en comparación con el anterior, temperaturas algo más altas en toda Europa, especialmente durante los meses de julio y septiembre.

El 8 de julio de 2006 fue el día de este verano que registró más niveles amarillos, con un total de 8. Gerona, por su parte, fue la provincia que alcanzó un mayor número de niveles de alerta. Por su parte, los servicios regionales de salud de las Comunidades Autónomas comunicaron en 2006 al Ministerio de Sanidad y Consumo un total de 21 fallecimientos atribuidos al exceso de temperaturas.