Llega el verano... ¡y el calor!

Llega el verano... ¡y el calor!

Salud General
Autor
Fraternidad-Muprespa

Estamos a punto de estrenar la llegada oficial del verano. Una estación asociada al buen tiempo, al periodo de las vacaciones,deporte calor a días con la mayor cantidad de horas de sol... ¡y también de calor! A continuación veremos cómo disfrutar plenamente de todas las actividades que nos ofrece el verano sin que el calor afecte a nuestra salud.

Aunque la diversidad geográfica de nuestro país permite que puedan existir varios tipos de clima, se podría decir que el clima más predominante es el mediterráneo, marcado por unos inviernos más o menos suaves y unos veranos calurosos en los que es habitual que en numerosas ciudades se registren durante el día temperaturas por encima de los 30ºC durante varias semanas seguidas.

Este tipo de clima que disfrutamos hace que, en la época de canícula, debamos seguir una serie de recomendaciones para evitar que el exceso de calor puedo afectar a nuestra salud. Y los datos demuestran que no es algo que se deba dejar pasar por alto. Según  un estudio de la Escuela Nacional de Estadística de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, durante el periodo 2000-2009, se produjeron 13.000 fallecimientos relacionados con olas de calor.

El ser humano dispone de sus propios mecanismos naturales para regular el exceso de calor corporal, pero cuando nos exponemos a temperaturas excesivamente elevadas estos mecanismos no son suficientes pudiendo ocasionar una serie de daños sobre nuestra salud.

 

¿Qué consecuencias sobre nuestra salud puede tener el calor?

Estar expuesto de forma continuada a temperaturas elevadas puede hacer que nuestra salud se resienta de forma más o menos grave, según el caso. Los daños más comunes asociados al calor son los siguientes:

  • Insolación o golpe de calor: ocurre cuando nuestro cuerpo no puede controlar su propia temperatura y ésta comienza a alcanzar cifras por encima de 41ºC. En estos casos, los mecanismos de sudoración y refrigeración de nuestro cuerpo no son suficientes pudiendo llegar a desencadenar en la muerte de la persona. Los síntomas asociados son: temperatura corporal muy elevada (por encima de 39ºC), piel roja, caliente y seca, pulso acelerado, mareos, desorientación y/o confusión, dolor palpitante de cabeza y contracciones musculares.
  • Agotamiento por calor: esta afección puede aparecer días después de la exposición al calor y no reponer adecuadamente los líquidos perdidos por el sudor. Los síntomas son: cansancio, debilidad, palidez, sudoración intensa, calambres musculares, náuseas. vómitos, dolor de cabeza, mareos e incluso pérdida de conciencia.
  • Calambres musculares: se trata de dolores y espasmos musculares debidos a la pérdida de sal por el exceso de sudoración producida por el calor. Los calambres pueden producirse tanto en las extremidades como en el abdomen.
  • Quemaduras solares: se producen cuando nuestra piel está expuesta de forma directa al sol durante las franjas del día en los que el sol incide con mayor intensidad. Dependiendo del tiempo de exposición y de la intensidad solar, se pueden producir desde un leve enrojecimiento de la piel hasta ampollas asociadas a quemaduras de mayor gravedad.

 

¿Quién debe protegerse de forma especial del calor?alimentos verano

  • Las personas mayores, discapacitados y niños, especialmente los menores de 5 años.
  • Aquellas personas que sufren alguna enfermedad crónica como: diabetes, hipertensión, cardiopatías, obesidad...
  • Personas que tomen medicación de forma habitual (anticolinérgicos, antihistamínicos, fenotiazinas, psicofármacos, diuréticos etc...).
  • Personas que trabajan al aire libre expuestas al calor.
  • Deportistas que realizan ejercicio físico en horas de calor intenso. 

 

¿Cómo podemos combatir los efectos del calor?

  • Evitar exponerse al calor en las horas del día donde es más intenso.
  • Permanecer en lugares frescos y a la sombra.
  • Hidratarse de forma frecuente, incluso aunque no se tenga la sensación detener sed.
  • Instalar algún sistema de climatización en la vivienda (ventilador, aire acondicionado...).
  • Mantener bajadas las persianas para evitar que el sol entre directamente a la vivienda.
  • Evitar utilizar máquinas o aparatos que produzcan calor por su funcionamiento.
  • Evitar utilizar los fogones de la cocina o, en tal caso, hacerlo fuera de las horas centrales del día.
  • Prestar especial cuidado al coger el coche después de haber estado al sol, debido a las altas temperaturas que pueden existir en el interior del mismo.
  • Tomar duchas o baños frecuentes, con agua fresca.
  • Utilizar ropa ligera de tonos claros, con tejidos transpirables.
  • Evitar comidas copiosas. En su lugar, tomar comidas con alimentos frescos que ayuden a reponer el agua y las sales perdidas por el calor ( ensaladas, frutas, verduras, gazpachos, zumos...).
  • Por la calle, caminar por zonas de sombras o parques.
  • En caso de estar expuesto directamente al sol, utilizar cremas solares con la suficiente protección.
  • Evitar trabajar en el exterior en las horas centrales del día. En caso de ser inevitable, hacer uso de sombrero o gorra, utilizar ropa ligera, beber agua frecuentemente y realizar descansos periódicos a la sombra.
  • Las actividades físicas deportivas deben dejarse para las horas del día en el que el calor ya no sea tan intenso, bien a primera hora de la mañana o bien a última hora de la tarde.

¿Qué hacer si una persona sufre un golpe de calor?

  • Llamar al teléfono de emergencias 112.
  • Llevar a la persona a la sombra.
  • Quitar la ropa a la persona para refrigerar su temperatura corporal.
  • Refrescar con agua fresca en la cara y en las axilas.
  • Si la persona está consciente, colocar a la persona con la cabeza ligeramente elevada y hazle beber abundante agua. Si está inconsciente, tumbarla de lado con las personas flexionadas.poster