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Vivir con asma.

Salud General

Las afecciones médicas crónicas, incluyendo la enfermedad cardiovascular, el cáncer, la diabetes y la depresión, provocan más de la mitad de todas las muertes en el mundo entero. Estas enfermedades de largo plazo afectan a personas de todas las edades, tanto ricos como pobres, en todos los grupos étnicos. Muchas enfermedades crónicas tienen componentes genéticos, que elevan el riesgo de tener una enfermedad en ciertas personas o poblaciones. El entorno también puede contribuir a ese riesgo, al igual que las opciones que usted elija en cuanto a su estilo de vida; por ejemplo, su dieta, hacer actividad física y si fuma o no.<?xml:namespace prefix =" o" ns =" "urn:schemas-microsoft-com:office:office"" />

 

¿Qué es el asma?

El asma es una enfermedad de los pulmones que inflama las vías respiratorias y las vuelve más angostas, lo que provoca silbidos al respirar, sensación de opresión en el pecho, falta de aire y tos por la noche o temprano en la mañana. Suele comenzar en la niñez, pero afecta a personas de todas las edades. Alrededor de 24.6 millones de estadounidenses tienen asma, siete millones de los cuales son niños. El asma es una enfermedad crónica; es decir, de largo plazo.

Las vías respiratorias son tubos que llevan el aire hacia los pulmones y desde los pulmones hacia afuera del cuerpo. La gente con asma tiene las vías respiratorias inflamadas. Están hinchadas, muy sensibles y tienden a reaccionar fuertemente cuando se inhalan ciertas sustancias.

Cuando las vías respiratorias reaccionan, los músculos que las rodean se tensan, las vías respiratorias se hacen más angostas y, entonces, es menor la cantidad de aire que puede pasar a los pulmones. Esa hinchazón puede empeorar, y las vías respiratorias volverse aún más estrechas. Es posible que haya más mucosidad que lo normal, lo que las estrecha todavía más.

Es importante que trate los síntomas cuando recién aparecen para evitar que empeoren y puedan ocasionar un ataque grave. Los ataques graves requieren de atención médica de emergencia y pueden ser fatales.

 

¿Qué provoca el asma?

La causa del asma se desconoce. Hay algunos factores genéticos y ambientales que pueden interactuar y causar asma, con más frecuencia en los primeros años de vida, por ejemplo:

·         Una tendencia heredada de desarrollar alergias.

·         Padres con asma.

·         Exposición en el entorno: a alérgenos, humo del tabaco o infecciones respiratorias virales, durante el embarazo, la infancia o los primeros años de la niñez.

Los investigadores siguen explorando cuáles son las causas del asma.

Son muchas las cosas que pueden desencadenar o empeorar los síntomas. Los desencadenantes pueden incluir:

·         Alergia a los ácaros, al pelo de los animales, a los hongos y polen de los árboles, gramíneas y flores

·         Humo del cigarrillo, la contaminación del aire, los productos químicos o el polvo en los lugares de trabajo y los aerosoles (como los del cabello)

·         Aspirina u otros medicamentos antiinflamatorios no esteroides y algunos medicamentos para la presión arterial llamados bloqueadores beta

·         Sulfitos en los alimentos y bebidas

·         Resfriados y otras infecciones virales de las vías respiratorias superiores

·         Actividad física

 

El asma puede ser difícil de manejar, debido a que incluye rinitis, infecciones de los senos paranasales, reflujo, estrés psicológico y apnea del sueño.

Todos estos aspectos deben incluirse en un plan de cuidados integrales para el asma. El asma es diferente en cada persona.

El asma se diagnostica según sus antecedentes médicos y los de su familia, un examen físico y los resultados de las pruebas. Quizás deba consultar a un especialista en asma si:

·         Necesita pruebas especiales que le ayuden a obtener el diagnóstico de asma.

·         Ha tenido algún ataque de asma que haya puesto en peligro su vida.

·         Necesita más de un tipo de medicamento, o dosis mayores para mantener su asma bajo control, o tiene problemas para manejar el asma

·         Está pensando en seguir algún tratamiento para la alergia

 

Signos y síntomas

Los signos y síntomas comunes del asma incluyen:

·         Tos por la noche o temprano en la mañana, lo que dificulta dormir bien.

·         Sibilancias al respirar.

·         Sensación de opresión en el pecho, como si algo lo apretara.

·         Falta de aire, dificultades para respirar o no poder exhalar el aire de sus pulmones.

No todas las personas que tienen asma presentan estos síntomas. Ni tampoco el hecho de tener todos estos síntomas significa que la persona tiene asma. Para diagnosticar el asma con certeza, debe hacerse una prueba de funcionamiento de los pulmones, una historia clínica (donde figuren el tipo y la frecuencia de los síntomas) y un examen físico.

 

Asma: Tratamiento y control

Dado que el asma no puede curarse, la meta es:

·         Prevenir la molesta tos crónica, la falta de aire y otros síntomas.

·         Reducir la necesidad de utilizar medicamentos de alivio rápido.

·         Ayudar a mantener el buen funcionamiento de los pulmones.

·         Mantener la actividad normal y dormir bien durante la noche.

·         Prevenir ataques que ocasionen visitas a la sala de emergencia o internaciones.

Todos, incluidos los niños pequeños pueden y deberían ocuparse activamente de los cuidados necesarios para manejar su asma. Esto implica:

·         Seguir un plan de acción escrito junto con su médico para tratar el asma.

·         Tomar los medicamentos correctamente.

·         Evitar los desencadenantes del asma (excepto la actividad física; puede tomar medicamentos que le permitan participar plenamente de la actividad física).

·         Reconocer y actuar rápidamente ante los síntomas y signos que indican que el asma está empeorando.

·         Buscar atención médica ante un ataque de asma si es necesario.

·         Hacerse regularmente "chequeos de asma" (cada seis meses, aproximadamente, si su asma se mantiene bajo control o con más frecuencia si no es así).

·         Tratar otras afecciones que pudieran interferir con el manejo del asma.

 

Medicamentos

El asma se trata con medicamentos para controlar la enfermedad largo plazo y medicamentos de alivio rápido. Los primeros ayudan a reducir la inflamación de las vías respiratorias y a prevenir los síntomas del asma. Los segundos alivian los síntomas del asma cuando se produce un ataque. El tratamiento inicial para el manejo del asma largo plazo depende de la severidad del asma. El tratamiento de seguimiento a largo plazo depende de qué tan bien se mantenga el asma bajo control.

El control puede variar con el tiempo y según los cambios que se produzcan en el hogar, la escuela o el entorno de trabajo, lo cual modifica la exposición a los desencadenantes del asma. Es posible que deban aumentarse los medicamentos si el asma no puede mantenerse bajo control. En caso de que sí lo haga, pueden reducirse. El objetivo es mantener el mejor control posible con la menor cantidad de medicamento necesaria.

Para ciertos grupos de personas, como los niños, las embarazadas o aquellas a quienes el ejercicio físico les desencadena síntomas del asma, el tratamiento del asma debe adaptarse a fin satisfacer sus necesidades especiales.