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EL CAMINO DE SANTIAGO PARA ENFERMOS DE CORAZÓN

Cardiología

La viceconsejera de Sanidad y Consumo de la Comunidad de Madrid, Belén Prado, ha presentado esta mañana el balance del primer proyecto “El Camino de Santiago al servicio de la rehabilitación cardiovascular”, que congregó a un grupo de 21 pacientes cardiológicos del Hospital Gregorio Marañón para realizar un tramo del Camino de Santiago.

Esta actuación ha permitido estimular a los pacientes a desarrollar un programa de rehabilitación orientado a inculcar hábitos de vida cardiosaludables.

El grupo recorrió en torno a 112 kilómetros, en siete etapas, lo que supone jornadas diarias de 16 kilómetros, desde O´Cebreiro hasta Santiago de Compostela, aprovechando cada etapa para impartir a los participantes conocimientos acerca de formas de vida cardiosaludable, ejercicio físico, alimentación, conocimiento de la enfermedad y control farmacológico de sus factores de riesgo.

El proyecto “El Camino de Santiago al servicio de la rehabilitación cardiovascular” ha perseguido un doble objetivo: físico, para estimular la aptitud y actitud física del paciente lo que redundará en la realización de entrenamientos, pérdida de peso, control de la tensión arterial, etc.; y psíquico, estableciendo una dinámica de grupos con pacientes similares que persiguen el mismo fin, y reorientar al paciente hacia una forma de vida cardiosaludable.

En definitiva, el objetivo de esta actuación es promover un cambio de vida para los pacientes, introduciendo la práctica deportiva y posibilitando la mejora de sus niveles de lípidos y glucosa, un mayor conocimiento de su enfermedad y las prácticas saludables que ayudan a su control, así como beneficios psicológicos.

Prado señaló que aunque la mayoría de los participantes iniciaron el "Camino” con sobrepeso, los resultados indican que todos ellos comprendieron los objetivos de la dieta y la necesidad de adquirir hábitos cardiosaludables, lo que permitió sentar las bases para conseguir una pérdida del 20% de peso, y lo que es más importante, mantenerla.

Asimismo, durante los días de marcha, “la convivencia diaria permitió establecer una dinámica de grupo entre pacientes similares, lo que contribuyó también a acentuar los beneficios psíquicos perseguidos, sin olvidar que esta iniciativa además ha tenido el valor añadido de permitir enseñar a los pacientes a comprender y convivir con la enfermedad”, destacó Belén Prado.

Por todo ello, la viceconsejera señaló que “la experiencia ha sido positiva y un punto de partida para llevar a cabo iniciativas similares, con el objetivo de plantear una fórmula alternativa de rehabilitación”.

Supervisión médica

Los pacientes recibieron preparación previa y cumplieron el requisito de haber completado durante dos meses previos un programa de marcha de 5 kilómetros al día durante el primer mes, y hasta 10 kilómetros durante el segundo mes, y superar una prueba de esfuerzo supervisada por el equipo de cardiología del hospital Gregorio Marañón, además de la realización de otras pruebas médicas como un ecocardiograma, prueba de esfuerzo, análisis de sangre y un test psicológico. Estas pruebas se realizaron antes y después del evento.

Con el grupo de pacientes se desplazó un equipo médico del hospital Gregorio Marañón compuesto por un médico especialista en cardiología aguda, otro de medicina intensiva y otro de rehabilitación cardiaca, además de un psicólogo, personal de enfermería especializado en cardiología aguda, y una secretaria.

Este grupo contó con un equipo de emergencia donado por el hospital Gregorio Marañón compuesto por material de curas, medicamentos para la atención de cualquier emergencia cardiológica y material de instrumentación como laringoscopio, tubo orotraqueal, bala de oxígeno, gafas nasales, termómetro o tensiómetro, además de un desfibrilador y un sistema de reanimación cardiovascular avanzado.