Imagen Noticias

CÓMO EVITAR QUE TUS ALIMENTOS SE CONTAMINEN

Salud General
Autor
Fraternidad-Muprespa

Para evitar la contaminación de nuestros alimentos o simplemente que se echen a perder, hay una serie de pautas que debemos seguir a la hora de guardar nuestros alimentos:

                  

En la despensa:

Alimentos o productos alimentarios que no requieren de ningún tratamiento especial para su conservación, y que pueden almacenarse con seguridad durante largos períodos de más de 6 meses (suele poner en sus etiquetas: conservar en un lugar fresco y seco). Deberemos colocarlos siguiendo un orden, por tipo de producto, frecuencia de uso y fecha de caducidad.

Estos alimentos son: legumbres, pasta, arroz, harina, azúcar, harina, sal, conservas, patatas, cebollas, ajos, especias, pan, cereales, aceite, vinagre, snacks, frutos secos, cacao, café, y productos envasados antes de abrirlos (leche, zumos, caldos, purés…).

 

En el Frigorífico:

En él guardaremos todos los alimentos que necesitan frío para evitar su conservación. La temperatura de la nevera debe ser de unos 3 - 5ºC.

Dentro del frigorífico no hay la misma temperatura, por lo que la colocación en el mismo de los alimentos no es aleatoria.

  • Estante superior: 8ºC: Huevos, embutidos envasados, bebidas…
  • Estantes medios 4 – 5ºC: Quesos, yogures y postres refrigerados, embutidos, platos cocinados, sobras o restos de productos ya abiertos (conservas, semiconservas)
  • Estante inferior 0 – 2ºC: Carne y derivados crudos, pescado, marisco… y productos en descongelación
  • Cajones inferiores: 8 – 10ºC: Frutas y verduras
  • Puerta del frigorífico: 10ºC: Bebidas, huevos, salsas industriales, mantequilla, mermelada…

Deberemos asegurarnos de tapar muy bien los alimentos para que no se transmitan olores, ni sabores y por supuesto para que no se produzca una contaminación cruzada.

                  

En el congelador:

Debe tener una temperatura de – 18ºC.

Hay una serie de normas que debemos seguir para optimizar la conservación de los alimentos congelados:

  • Siempre guardaremos los productos envueltos y bien tapados.
  • Mejor en pequeñas porciones, para descongelar únicamente aquello que vayamos a consumir.
  • Marcaremos cada paquete con la fecha de congelación, para recordar que productos consumir primero.
  • Si se trata de platos cocinados, esperaremos a que se enfríen y luego los congelaremos dentro de un “tupper”.

Dentro del congelador, la parte superior es la más fría, ahí pondremos la carne y el pescado. En la parte inferior pondremos los helados, verduras, pizzas y demás productos ultracongelados.

                 

A la hora de descongelar:

Debemos respetar la cadena de frío, es decir, tratar de que la descongelación sea lo más lenta posible y una vez descongelado se cocinará y consumirá inmediatamente. El microondas no es un mal recurso si tenemos prisa, pero siempre que podamos debemos planificar nuestro menú para no andar con prisas y poner en riesgo nuestra salud.

¡Nunca debemos volver a congelar un alimento que se ha descongelado previamente!, porque se incrementa el riesgo de contaminación.