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COMPROBADA LA EFICACIA DE UN INNOVADOR ENFOQUE PARA COMBATIR LA MALNUTRICIÓN A NIVEL COMUNITARIO

Nutrición
Autor
Organización Mundial de la Salud (OMS)

La aplicación de un enfoque innovador para combatir la malnutrición aguda grave, que afecta a un número estimado de 20 millones de niños menores de cinco años en el mundo entero, está dando buen resultado. El enfoque combina la atención comunitaria para los niños gravemente malnutridos con el tratamiento hospitalario tradicional.

En una declaración emitida hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Comité Permanente de Nutrición del Sistema de las Naciones Unidas y el UNICEF, se resaltan una serie de nuevos datos que demuestran que cerca de tres cuartas partes de los niños que padecen malnutrición aguda grave - aquellos que tienen buen apetito y no presentan complicaciones médicas - pueden ser tratados en sus hogares con alimentos terapéuticos muy enriquecidos listos para el consumo.

Se trata de alimentos ricos en calorías y nutrientes, triturables, blandos y de sabor agradable que pueden ser ingeridos por los niños de más de 6 meses de edad sin necesidad de añadir agua, lo que reduce el riesgo de infección bacteriana. Estos productos, que aportan los nutrientes necesarios para el tratamiento a domicilio de los niños con malnutrición grave, no requieren refrigeración y pueden utilizarse incluso en contextos donde las condiciones de higiene no son perfectas. La tecnología para la producción de alimentos terapéuticos listos para el consumo es relativamente sencilla y podría emplearse en todos los países con altos niveles de malnutrición aguda grave.

La forma tradicional de combatir la malnutrición aguda grave consiste en hacer ingresar a los niños afectados en un hospital o en una unidad de tratamiento especializada para alimentarlos con una dieta especial a base de lácteos. Aunque este tratamiento es eficaz, en los países más pobres, donde viven la mayoría de los niños afectados, las familias a veces tienen dificultades para acceder a los servicios de salud capaces de ofrecer esa atención. También puede ocurrir que un tratamiento que requiera la hospitalización del niño no sea una solución viable si a los padres les resulta imposible ausentarse de casa durante varias semanas. Además, los niños gravemente malnutridos son vulnerables a las infecciones, pues tienen el sistema inmunitario debilitado, por lo que podrían encontrarse en situación de riesgo en una sala de hospital llena de pacientes.

Aplicado a gran escala, y combinado adecuadamente con la dispensación de atención hospitalaria para los niños con complicaciones, el tratamiento comunitario de la malnutrición aguda grave podría prevenir cada año cientos de miles de defunciones infantiles. Gracias a este enfoque, ya se ha logrado aumentar considerablemente las tasas de supervivencia de los niños con malnutrición grave en situaciones de emergencia en países como Etiopía, Malawi, el Níger y el Sudán. El objetivo que se persigue ahora es ampliarlo y hacerlo extensivo a más niños con malnutrición aguda grave que viven en comunidades no afectadas por emergencias.

Según se estima, la malnutrición aguda grave se cobra cada año la vida de al menos un millón de niños, es decir, un promedio de un niño cada 30 segundos. Los niños que la padecen tienen 20 veces más probabilidades de fallecer que los que están bien alimentados.

«Los 20 millones de niños menores de cinco años que en estos momentos padecen en el mundo malnutrición aguda grave precisan tratamiento urgentemente. Este enfoque integrado debería dar un nuevo impulso a los esfuerzos desplegados en esta esfera», ha declarado la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS. «Urge añadir este enfoque, junto con las medidas preventivas pertinentes, a la lista de intervenciones costoeficaces aplicables para mejorar la nutrición y reducir la mortalidad en la niñez.»

Josette Sheeran, Directora Ejecutiva del PMA, haciendo hincapié en la importancia de la colaboración de los tres organismos de las Naciones Unidas en esta ardua tarea, ha observado: «Este nuevo enfoque nos ofrece una composición adecuada de productos capaz de salvar millones de vidas jóvenes; he aquí un ejemplo de nuevas tecnologías y capacidades que nos van acercando al logro del primer Objetivo de Desarrollo del Milenio».

Dentro del enfoque basado en la comunidad, los servicios se acercan a los hogares, de modo que las familias pueden detectar la malnutrición aguda grave en un niño antes de que surjan complicaciones potencialmente mortales. El tratamiento que los niños reciben de los trabajadores sanitarios consiste en la administración de una medicación oral básica y el suministro semanal de alimentos terapéuticos listos para el consumo. Al mismo tiempo, los padres aprenden a cuidar a los niños malnutridos y a detectar posibles señales de peligro.

«Los alimentos terapéuticos listos para el consumo han demostrado ser sumamente eficaces para combatir la malnutrición aguda grave en los niños», ha señalado Ann M. Veneman, Directora Ejecutiva del UNICEF y Presidenta del Comité Permanente de Nutrición. «La malnutrición está presente en alrededor de un 53% de las defunciones de niños menores de cinco años, de modo que estas intervenciones representan un instrumento importante para reducir la mortalidad infantil.»

En la declaración conjunta, se subraya la importancia de diversas medidas, como la alimentación óptima del lactante y del niño pequeño; la necesidad de asegurar el acceso a alimentos de calidad; la mejora de los sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento y de las prácticas de higiene; y el fortalecimiento y la mejora del acceso a los servicios de salud.