GRIPE AVIAR

Salud General
Autor
Fraternidad-Muprespa

La gripe aviar es una enfermedad infecciosa originada por el virus de la gripe tipo A. Esta enfermedad, bien conocida desde hace años en el ámbito de la sanidad animal, fue identificada por primera vez en Italia hace 100 años. La infección afecta a cualquier ave, aunque se cree que algunas especies son más vulnerables que otras. En estos animales la enfermedad puede desarrollarse de varias formas, algunas de ellas con muy alta mortalidad.

Estos virus son altamente contagiosos entre animales. En las aves, su transmisión entre pollos u otras especies se puede producir por contacto directo con material infectado, de granja a granja, o por vía mecánica (equipos contaminados, vehículos, jaulas, pienso, ropa, etc.). Este virus puede vivir durante largos periodos de tiempo en el ambiente, especialmente cuando las temperaturas son bajas. Por el contrario, el virus no sobrevive a temperaturas altas (se tiene certeza de que temperaturas de 70º C o superiores eliminan por completo el virus).

Hay diferentes subtipos (al menos 16) del virus de la gripe que pueden afectar a las aves, aunque los que han provocado más daño son los subtipos H5 y H7 de los virus A.

La primera infección de virus de la gripe aviar H5N1 que se detectó en humanos tuvo lugar en Hong-Kong en 1997.

Según los datos proporcionados por la O.M.S hasta la actualidad se han documentado 269 casos de contagio a humanos de los que han fallecido 163 personas.

Hasta el momento en España se ha detectado sólo un caso de virus de la gripe aviar (H5N1) en un ave en el País Vasco, en julio de 2006.

En la actualidad, el virus de la gripe aviar afecta fundamentalmente a las aves. Sólo excepcionalmente puede transmitirse de las aves al hombre, transmisión que requiere un contacto reiterado y próximo con animales enfermos.

El problema es que el virus mute y llegue a ser fácilmente transmisible entre personas (y no sólo de aves a personas como hasta ahora). En ese momento es cuando podría declararse una situación de pandemia. Este es el escenario para el que se están preparando tanto los organismos internacionales como los países de todo el mundo.

Hoy por hoy, no puede predecirse cuándo se producirá la mutación del virus y su transmisión entre personas; ni siquiera puede saberse con seguridad si llegará a producirse finalmente ni la virulencia que podría tener el virus mutado .

Respecto a la profilaxis señalar que no existe vacuna para los humanos pero si para las aves. El motivo es que esta vacuna no podrá estar disponible hasta que el virus mute y se haga transmisible de persona a persona. Hasta ese momento no se podrá conocer qué tipo de virus es y, por tanto, fabricar esa vacuna.

Como tratamiento la gripe aviar puede afrontarse mediante tratamientos antivirales, que podrían frenar la enfermedad una vez contraída ya que impiden la difusión del virus en el organismo, moderan la agresividad de los síntomas, reducen las complicaciones y tiene cierto efecto profiláctico.

Los síntomas de la gripe aviar en humanos son fiebre de más de 38 grados, dificultad respiratoria, tos y malestar general. La mayoría de los pacientes presentan una disminución de linfocitos significativa y alteraciones de las enzimas hepáticas. En la radiografía de torax aparecen marcadas alteraciones inespecíficas. El tiempo que transcurre entre la exposición al virus y el comienzo de la enfermedad es de entre dos y ocho días.

En España existe desde mayo de 2005, con un Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una posible pandemia de gripe elaborado por el Gobierno y, además, todas las Comunidades Autónomas tienen sus propios planes autonómicos. Ambas partes se reúnen periódicamente para evaluar la situación en cada momento y adoptar las medidas oportunas para aumentar la protección de la salud de los ciudadanos, siempre en estrecha coordinación con la Organización Mundial de la Salud y las autoridades de la Unión Europea

Artículo elaborado con la información proporcionada por el Ministerio de Sanidad y Consumo