El bostezo es un reflejo normal desencadenado por el despertar, adormecimiento, aburrimiento, hambre o conflictos emocionales, estando también asociado a diversas enfermedades neurológicas.

Consiste en una inhalación profunda con la boca abierta, seguida de una exhalación lenta puede presentarse solo o acompañado de estiramiento de las extremidades, con una duración de entre 5 y 10 segundos.

A pesar de que el hombre no es el único ser vivo que bosteza, si que se ha constatado que es el único que puede contagiarlo.

Hay varias teorías que intentan explicar este fenómeno. La más aceptada considera que el bostezo sería parte del reflejo de vigilancia, el cual ha adquirido un valor paralingüístico con la evolución, teniendo un rol destacado en la protección y cohesión social.