Las abejas están en peligro y nuestro ecosistema también
Hace ya unos años que se dió a conocer la situación tan crítica en la que se encuentran las poblaciones de abejas a pesar de ser las "guardianas del ecosistema mundial" están en peligro de extinción.
"Son esenciales para la agricultura, indicadoras de la salud del medioambiente y promotoras de la diversidad biológica".
Su función más importante: la polinización, se calcula que una sola abeja melífera (que aporta miel), visita unas 7.000 flores al día y para producir un kilogramo de miel debe polinizar cuatro millones de flores.
El uso de plaguicidas, el cambio climático o la agricultura de monocultivo afectan muy negativamente a las abejas y por lo tanto a la polinización.
Ya se están promoviento a nivel mundial métodos de producción agrícola reduciendo al mínimo el uso de productos químicos de manera sostenible.
Las abejas se alimentan del néctar de las flores y con los cambios constantes de temperatura, las plantas se estresan y cambian sus ciclos para poder adaptarse y muchas veces no produce néctar, lo que deja a estos insectos sin su principal fuente de alimento.
“Nuestras abejas son nuestro ganado alar, por lo tanto tenemos que tener un plan de trabajo y atenderlas día a día”.