DIETAS YO-YO Y EL EFECTO REBOTE
Tras las fiestas navideñas, llega enero y con él los gimnasios se llenan y la palabra dieta está en boca de todo el mundo. El objetivo: perder peso y ponerse en forma, unos propósitos que no siempre se consiguen ni se cumplen.
A la hora de ponerse a dieta, se desaconseja recurrir a un tipo concreto de dieta intensa y estricta, pues el cuerpo al percibir una restricción drástica de alimentos, activa un mecanismo evolutivo de supervivencia (encéfalo) que ordena al organismo aumentar la ingesta de comida y el almacenaje de grasas.
De ahí la importancia de ponernos en manos de un profesional, un médico endocrino o un nutricionista que adaptará la dieta a nuestras necesidades y a nuestro ritmo de vida.
Una dieta equilibrada no tiene por qué ser restrictiva, se pueden comer hidratos y grasas saludables pero todo en su justa medida.
Lo ideal es hacer cinco comidas al día para mantener activo nuestro metabolismo y realizar ejercicio físico diariamente, de esta manera lograremos un peso saludable.