APRENDER A DESCONECTAR EN VACACIONES
Las vacaciones son un período de tiempo para relajarse, divertirse, hacer deporte y sobre todo descansar. Hay estudios que demuestran que para desconectar del trabajo se necesitan como mínimo dos semanas seguidas de vacaciones, y algunos se atreven a decir que lo ideal son tres semanas.
Dependiendo de lo que vayamos a hacer durante nuestras vacaciones, la regla de oro para poder desconectar es planificarlas. Saber qué sitios vamos a visitar, las personas con las que vamos a estar, donde se encuentra el supermercado más cercano, la farmacia o el centro de salud, nos permitirá disfrutar aún más de nuestras vacaciones.
El destino vacacional influirá en una mayor o menor desconexión del trabajo, cuanto más desconocido, exótico o novedoso sea nuestro destino, más fácil nos será olvidarnos del trabajo.
Los principales enemigos de la desconexión son los dispositivos tecnológicos: móvil, tablets, portátiles. Si de verdad se quiere desconectar, deberemos tratar de dejar cerrados todos los temas que tengamos pendientes antes de irnos de vacaciones, conectar nuestro buzón de voz y el asistente para fuera de la oficina en el correo electrónico del trabajo.
La desconexión es muy importante, no sólo para poder descansar y relajarnos, sino para volver más frescos y productivos al trabajo, hasta el punto de encontrar la solución a problemas que teníamos al observarlos desde otra perspectiva.