OSTEOPOROSIS

Salud General
Autor
Fraternidad-Muprespa

La osteoporosis ha sido definida como "una enfermedad esquelética sistémica, caracterizada por baja masa ósea y deterioro en la microarquitectura del tejido óseo, que origina fragilidad ósea aumentada con el consecuente aumento en el riesgo de fractura". Pertenece al grupo de enfermedades crónicas no transmisibles del adulto.

La Organización Mundial de la Salud ha calificado a la osteoporosis como el quinto problema de salud a nivel global.

La osteoporosis es reconocida como enfermedad desde épocas remotas e Hipócrates ya se refiere a ella. Pero en los últimos 50 años esta enfermedad toma especial relevancia por la elevada magnitud del problema a nivel poblacional; hoy se estima que es la enfermedad crónica más prevalente en todo el mundo, especialmente en mujeres mayores de 65 años.

Un estudio de la Universidad Católica de Chile muestra que existen grandes variaciones regionales en las tasas de incidencia de fractura de cadera.

En general, las tasas más altas se observan en población de sexo femenino y en los países del norte de Europa y Estados Unidos. Se han observado incluso fluctuaciones dentro de un país, lo que pone en evidencia lo heterogéneo de su presentación y de su historia natural.

Los países más industrializados de Asia (Japón, Taiwán, Corea) registran tasas de incidencia elevadas, comparables a las de países del norte de Europa y Estados Unidos.

Un caso especial es el que ocurre en China, en donde las tasas de incidencia son mayores en hombres que en mujeres, situación por cierto excepcional.

Otro hecho a destacar proviene de las razas y en población de color, las tasas de enfermos de osteoporosis son inferiores a las observadas en individuos de similar edad de raza caucásica.

El mismo estudio indica como factores de riesgo

- La densidad mineral ósea;

- Antecedente de fractura después de los 40 años de edad;

- Antecedente de fractura de tipo osteoporótica en familiares de primer grado;

- Peso inferior a 57 kg

- Tabaquismo actual.

Tratamiento

Los fármacos que se emplean en la actualidad para combatir la osteoporosis consiguen detener la reabsorción ósea y evitar la pérdida del mineral. Son los llamados inhibidores de la reabsorción, los moduladores selectivos de los receptores estrogénicos y estatinas, unos fármacos que inicialmente se empleaban para combatir el colesterol. También sirve de manera complementaria la vitamina D y el calcio, bien procedente de la alimentación natural (leche y sus derivados) o de suplementos.

Estos fármacos detienen el proceso de pérdida de hueso, pero no generan nuevo.

Recientemente la Unión Europea ha aprobado un fármaco que consigue formar tejido óseo a partir de la molécula teriparatida.