HEMORRAGIAS

Primeros auxilios
Autor
Fraternidad-Muprespa

Una hemorragia es una de las emergencias más importantes con las que nos podemos encontrar. La sangre circula por el interior de los vasos sanguíneos (arterias, venas y capilares), a lo largo de todo el organismo.

Cuando algún vaso sanguíneo se rompe, la sangre sale de su interior y se origina una hemorragia.

Las hemorragias pueden ser:

  • Arteriales: La sangre sale por la herida: “a borbotones”, y a modo de golpes que coinciden con los latidos del corazón.
  • Venosas: La sangre sale de forma continua.
  • Externas: Cuando vemos la sangre a través de una herida (por ejemplo, cuando nos hacemos un corte).
  • Internas: Cuando NO vemos la sangre debido a que ésta queda oculta en el interior del organismo (por ejemplo, después de recibir un golpe violento en el abdomen).

Inicialmente la hemorragia causa debilidad, pero si no es controlada a tiempo, finalmente podrá aparecer un cuadro de Shock o incluso la muerte del herido.

Cuando se produce una hemorragia, el propio organismo se encarga de reparar el vaso sanguíneo que se ha roto, formando un "tapon" o coágulo en la herida, con el fin de que cese la hemorragia. Esto mismo es lo que hacemos en el caso de las hemorragias externas, en donde se comprime la herida y se eleva la zona lesionada con el fin de reducir la presión con la que la sangre llega a la herida.

ACTUACION:

- Tranquilizar al accidentado.

- Evitar que la víctima no está expuesta al peligro que ha ocasionado la hemorragia. (Proteger).

- Evitar que el accidentado permanezca de pie, ya que si se marea se podría caer al suelo y golpearse, ocasionándose una lesión adicional.

- De inmediato, aplicar presión con la mano directamente sobre la herida; en cuanto se pueda, colocar sobre la herida gasas, compresas estériles u otros elementos, siempre que estén limpios.

- Cuando la hemorragia se produzca en las extremidades, las mantendremos elevadas por encima del nivel del corazón, con el objeto de reducir la presión con que la sangre llega a la herida.

- Si la hemorragia no se detiene a pesar de aplicar la presión directa, aplicaremos otros métodos antes de que llegue la ayuda médica: "vendaje compresivo", torniquete, o cualquier otro método que pueda garantizar una fuerte presión sobre la zona afectada.

- El uso del “Torniquete” produce el mismo efecto que el vendaje compresivo, pero puede tener graves efectos secundarios, por lo que es aconsejable que sea utilizado únicamente por personal experimentado.

Para CURAR la herida, hemos de seguir ordenadamente una serie de pasos:

- Preparar el material de curas que vamos a utilizar: gasas, agua oxigenada, un antiséptico, tiritas, pinzas, tijeras, etc...

- Comprobar que las manos están limpias.

- Si la herida sangra, presionar directamente sobre la herida para ayudar a detener la hemorragia.

- Limpiar las heridas SUCIAS preferiblemente con abundante agua oxigenada o con agua y jabón.

- Observar si hay cuerpos extraños (piedras, etc ...).

- Retirarlos con las propias gasas o con la ayuda de unas pinzas. Si estuvieran incrustados, NO tratar de retirarlos.

- Secar la herida con gasas, desde su centro hacia la periferia, para evitar contaminarla.

- Finalmente, pincelar la herida con un antiséptico, tipo clorhexidina o povidona yodada.

- Como norma general, y si las circunstancias lo permiten, dejar la herida al aire.

- Si la herida precisa puntos de sutura o presenta aspecto muy sucio, limpiarla, cubrirla con apósitos limpios, y acudir a un Centro Sanitario para que se trate en las condiciones idóneas.