Astenia primaveral

Salud General
Autor
Fraternidad-Muprespa

Con la llegada de la primavera también “florece” la denominada astenia primaveral, un trastorno que se caracteriza por un estado de cansancio, apatía y tristeza que afecta aproximadamente al 10% de la población. Aunque la astenia no es un trastorno exclusivo de la primavera, ya que el estado de decaimiento que la caracteriza se puede dar a lo largo de todo el año, si que parece que es en esta estación cuando resulta más sugestiva.

Se trata de un trastorno leve y pasajero que suele desaparecer cuando nuestro cuerpo se adapta a los cambios de la nueva estación que alteran nuestro biorritmo, igual que ocurre, aunque con menos frecuencia, con la llegada del otoño y en cierta manera con la denominada “depresión post vacacional”.

No se puede por lo tanto considerar que la astenia primaveral constituya una enfermedad aunque sus síntomas nos lleven a pensar lo contrario, ya que esta desaparecerá tras un breve periodo de adaptación a la nueva climatología y factores ambientales, constituyendo por lo tanto un trastorno estacional.

Las personas cuyo organismo es más sensible a las variaciones climáticas y horarias son las más propensas a padecer astenia primaveral. Aunque parece no existir acuerdo sobre la población en el que este trastorno aparece con mayor incidencia.

Si bien parece que este afecta en mayor porcentaje a las mujeres, también se cree que la astenia primaveral actúa con especial virulencia sobre los pacientes con alergia, muy numerosos en esta época del año.

Los síntomas más frecuentes de este trastorno son tanto psíquicos como físicos. Los más comunes son:

  • cansancio y agotamiento
  • apatia
  • tristeza
  • falta de vitalidad
  • tendencia a la melancolía
  • dolores musculares
  • cefaleas

Estos síntomas suelen desaparecer por si mismos al poco tiempo tras adaptarse el organismo a la nueva meteorología y horario.

Si estos síntomas se prolongaran en el tiempo, es conveniente acudir al médico quien deberá descartar otras causas de tipo psíquico u orgánico y otro tipo de enfermedades más graves como la fatiga crónica, anemia u otra enfermedad de tipo psicológico.

Mientras tanto, una serie de medidas dietético higiénicas le pueden ayudar a paliar los efectos de la astenia primaveral:

  • aumentar la ingesta de alimentos ricos en hierro para prevenir la anemia (ciertos mariscos, espinacas, lentejas, judías, aves como la perdiz y codorniz…)
  • consumir tanto frutas frescas como frutos secos
  • dormir las horarias necesarias y respetar los patrones de sueño
  • realizar ejercicio físico moderado
  • también resulta de gran ayuda la toma de suplementos vitamínicos que le debe prescribir su médico