Alergia al polen

Alergología
Autor
Fraternidad-Muprespa

También denominada “Fiebre del Heno” (aunque esta denominación no es científicamente exacta) es la causa más frecuente de rinoconjutivitis y se calcula que en menor o mayor medida la padecen el 20% de la población mundial.

El polen son células microscópicas masculinas que se encuentran en las plantas anemófilas, que son las que polinizan a través del aire (árboles, gramíneas y malas hierbas) y migran a través del mismo provocando procesos alérgicos en las personas sensibilizadas a ellos. Es importante señalar que las pelusas blancas que aparecen en primavera no son pólenes ya que estos son minúsculas e imperceptibles al vista humana, tratándose en realidad de semillas producidas por el chopo u otros árboles.

Al entrar el polen en contacto con las mucosas del paciente alérgico provocan la respuesta del sistema del inmunitario provocando los siguientes SINTOMAS:

  • picor, escozor y lagrimeo de ojos
  • obstrucción de nariz, picor, moqueo
  • estornudos
  • también es posible que la inhalación del polen cause episodios de asma caracterizados por opresión en el pecho, pitidos y fatiga

La alergia al polen tiene un importante componente genético y puede presentarse en cualquier etapa de la vida del paciente, si bien es más frecuente que ésta aparezca en la infancia o juventud.

Generalmente se mantiene a lo largo de toda su vida dependiendo su intensidad de la concentración que haya cada año. Muy pocos casos remiten por si solos y parte de ellos empeoran evolucionando hacia el asma alérgico

Si bien la alergia al polen de las gramíneas es el más frecuente, en el centro, sur y levante de España, también son numerosos los casos de alergia al polen de olivo.

Aunque la primavera es la estación en la que más plantas polinizan, también se puede dar en otras estaciones del año, como la polinización de la arizónica que ocurre en enero.

Al contrario de lo que se podría pensar, los niveles de alergenos son mas altos en las ciudades que en el medio rural porque la contaminación contribuye a elevar las concentraciones de polen en el aire. Además, está comprobado que la combustión del carburante diesel presenta un efecto adyuvante para la producción de IgE específica contra los pólenes.

En cuanto al tratamiento es preciso acudir al médico para que este haga un diagnóstico preciso y confirme mediante una prueba cutánea a que alergeno está sensibilizado el paciente. Una vez diagnosticado, es probable que el doctor le prescriba un tratamiento a base de antihistamínicos orales combinados con corticoides inhalados, y en los casos más agudos en los que haya asma también es probable que le pongan un tratamiento a base de aerosoles.

Sin embargo, una gran parte de alergólogos apuestan por la denominada ¡nmunoterapia o vacunación, a la que hemos dedicado por su interés un artículo aparte.

Además de la medicación que le prescriba su médico es muy útil seguir una serie de medidas con el fin de evitar en la medida de lo posible la concentración de pólenes y minimizar los efectos que la alergia le provoca:

  • consultar los niveles de polinización de la ciudad en la que viva. Para ello numerosos ayuntamientos y sociedades pone a su disposición un servicio donde puede consultar los recuentos diarios de pólenes
  • evitar las actividades al aire libre al amanecer y al atardecer (periodo de emisión y descenso de pólenes)
  • mantener las ventanas cerradas
  • limpiar adecuadamente los filtros de aire acondicionado
  • evitar salir a la calle los días ventosos en época de polinización
  • no cortar ni tocar el césped
  • llevar gafas de sol

Asimismo, el seguimiento de una serie de medidas de higiene y limpieza del hogar de la persona alérgica también pueden ayudar a reducir considerablemente los niveles de alergenos en el hogar de la persona alérgica ayudándole por lo tanto, a minimizar las molestias que ésta provoca.